miércoles, 8 de agosto de 2012

El Forastero

Las historia ya era conocida en ese pueblo. Un día un forastero decide hospedarse en una casa por una semana y luego continuar su viaje. TOC TOC TOC,. El forastero se desperto y se pregunto quien toca a estas horas, al abrir la puerta se encuentra con una niña con rasgos de quemaduras, entonces el forastero le pregunta ¿Qué necesitas niña a estas horas? ,  ella responde, ¿me regalarías un vaso de agua? y él le dice que claro que si, despues de darle el vaso con agua la niña se retira.

Al día siguiente la misma niña fue a la misma hora donde el forastero y lo mismo, le pidio agua, pasaron 4 días seguidos en que la niña llegaba a traer agua. Entonces el Forastero decide hacerle unas preguntas, esperó que sea la media noche, llegó la niña y toca la puerta TOC TOC TOC, el forastero abre la puerta y la niña le pide si le puediera regalar un poco de agua en su vaso, el forastero saca un poco de agua y le da  a la niña. Cuando la niña ya disponía a irse el forastero decide pregunarle ¿niña, oye, para quien es ese vaso de agua?... ella le responde: para mi papá, y el fostero sigue preguntando ¿y dónde está tú papá? ella dice: él se está quemando... el forastero queda sorprendido y le pregunta ¿quién es tu papá? y la niña grita con voz aterrorizante ¡ES EL DIABLOOOO!.

Aquel grito fue escuchado por todo el pueblo y el  forastero fallecio 2 días despues... se dice que la niña sale a penar los 21de febrero de todos los años, durante 2 semanas atacando turistas... ¿quien será la proxima víctima?....

Podrías ser tuuuuuuu.....

sábado, 4 de agosto de 2012

Hola estudiantes y personas en general...

      

El objetivo de este blog es incentivar a los guatemaltecos a que conozcamos nuestras costumbres, y a los extranjeros para que conozcan nuestra cultura, cultura empapada de diversidad.

Es interesante observar como la ciudad va cambiando, dejando atras algunas costumbres culturales como lo es escuchar sobre nuestras costumbres. 

Así que me dí a la tarea de recopilarles esta información. Saludos a todos los guatemaltecos tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

Bueno los dejo con LEYENDAS DE GUATEMALINDA...

El administrador.

Profesor Juan Marroquín.
JURMA.

El cadejo blanco y el negro

La leyenda del cadejo o cadejos está presente en casi todo centroamérica, se trata de un perro enorme de color blanco y ojos rojos que protege a los hombres cuando llegan a altas horas de la noche, sin embargo el cadejo tiene un enemigo, el cadejo negro, un ser diabólico que ataca y mata a las personas de dudosa moral, cuando ambos el espíritu protector y el diabólico se encuentran comienza entre ambos una lucha a muerte que normalmente da tiempo a la persona a huir. 
 
El cadejo blanco como protector acompaña al hombre que trasnocha hasta su casa lo hace muchas veces desde las sombras y sin dejarse ver, normalmente se siente como un presencia que no puedes localizar. Su finalidad es defender al borracho o trasnochador del cadejo negro.

El cadejo negro dependiendo de la cultura que enfoca la leyenda puede tener dos fines, matar a las personas de dudosa moral a las que no puede defender el cadejo blanco siempre a altas horas de la noche, o simplemente golpearle y aplastarle, en ambas creencias el cadejo nunca muerde (salvo en su lucha con el cadejo blanco) y causa el daño golpeando y aplastando, debido a su gran tamaño deja al hombre al que ataca como si hubiera recibido una paliza.
- Guatemala
Según las leyendas en Guatemala, es un animal fantásmagórico que aparece en suelo guatemalteco. La versión más conocida de este animal es la de forma de un perro de color negro y ojos rojos que pareciera tienen fuego. Se cree que cuida a aquellos que se embriagan y deambulan por las noches ayudándoles a encontrar el camino a casa o bien durmiendo cerca de ellos para evitar les roben o dañen. Las otras versiones refieren que este ser tiene dualidad, el negro y blanco, este último cuida de mujeres en el mismo estado físico, sin embargo éstos son rivales y no pierden oportunidad de agredirse, aunque se narra que se han unido para salvaguardar a sus protegidos de otro espectro como La Llorona, Siguanaba o de algún maleante. También este personaje tiene su resonancia precolombina maya en un espectro bienechor guardián de los caminos. 

 

El carretón de la Muerte

Llegada la media noche, muchas personas del Centro Histórico de la ciudad capital de Guatemala, estamos hablando de alla por los años mosos de la ciudad, se escuchan el roce de las ruedas de una carreta con el suelo. Hay quienes aseguran han oído hasta relinchar a los caballos que algunos dicen que por los ojos lanzan llamas. Cuando la curiosidad hace que las personas vayan a ver, no ven nada, aunque escuchan y hay quienes dicen sienten un aire extraño que pasa sobre sus cabezas porque este carretón no roza el piso sino que vuela...  La piel se eriza y se pone como de gallina solo de oír, la gente prefiere quedarse en su casa y solo escucharlo pasar porque dicen que en ese carretón nos iremos todos, el dia que la muerte decida trasladarnos al mas allá, pobre y ricos iremos en él. 

 

Los penitentes de la Recolección

Todos los días a los doce de la noche, los vecinos del Barrio de La Recolección escuchan pasos de encadenados. Son penitentes fantasmas que quieren librarse de sus culpas.

Cuando los han visto no solo van encadenados sino con capuchones antiguos. Algunos se flagelan. Son animas por las cuales las viejitas dicen hay que rezar.

Verlos atemoriza pero también produce pena y compasión porque a nadie le gustaría estar eternamente encadenado a sus malas acciones.

Una noche en que pasaba la procesión de cucuruchos Mario un muchacho valiente y aventado, decidio salir a su encuentro, cuando oyo que se acercaban los penitentes por las viejas calles, vacias a esa hora, hasta el ambiente estaba frio y nuboso mas que de costumbre, pues cuando vio desfilar los cucuruchos se le erizo la piel, se puso como de gallina, uno de los cucuruchos salio de la fila y se le acerco, le dijo:  -toma, cuidamelo hasta que refrese por él.

Mario no pudo negarse y tomo el cirio que llevaba el cucurucho, Mario al siguiente día empezo a enfermar, lo peor de todo era que, los doctores no encontraban del porque estaba enfermo Mario, este habia guardado el cirio que le diera el espectro en un baúl, cuando volvieron a pasar los cucuruchos, Mario salio con el cirio en la mano listo para entregarselo a su dueño, pero oh sorpresa, el cirio ya no erea esto, sino era un femur, el espectro al ver el hueso le dijo: Yo te he dado un cirio y tu me quieres entregar un femur. De castigo tendras que acompañarme, dicho y echo, Mario fue tomado de los brazos que por la enfermedad ya estaban bastante flacos, le pusieron un cucurucho, le dieron un cirio encendido y paso a formar parte de la larga fila de los penitentes de la Recolección, esto me lo conto mi abuilito Julio, dice que sucedio hace muchos años alla por los viejos barrios de la capital.


GuatemaLinda

Este blog lo he creado para dar a conocer la cultura guatemalteca, tambien para ayudar a los estudiantes a hacer sus tareas, asi que les dejo estas leyendas para deleitarlos....

Como decían antes las abuelitas, mira mijo, cuando era pequeña, la llorona gritaba cerca del potrero... Imagino que muchos de nosotros crecimos con esas abuelitas...

La Leyenda del Lago de Atitán

Esta leyenda aunque muy poco conocida es parte del floklore guatemalteco.


Los orígenes del Lago de Atitlán son de hace mucho tiempo, cuando los cakchiqueles dieron muerte a saetazos a Tolgom: se marcharon más allá del lugar de Qakbatzulú y arrojaron a la laguna los pedazos de Tolgom. Desde entonces es famosa la punta del cerro del lanzamiento de Tolgom. Enseguida dijeron: Vamos adentro de la laguna. Pasaron ordenadamente y sintieron todos mucho miedo cuando se agitó la superficie del agua.De allá se dirigieron a los lugares llamados Panpatí y Payán Chocol, practicando sus artes de hechicería. Allí encontraron nueve zapotes en el lugar de Chitulul. A continuación comenzaron a cruzar el lago todos los guerreros yendo por último Gagavitz y su hermana llamada Chetehauh. Hicieron alto y construyeron sus casas en la punta llamada actualmente Qabouil Abah. Enseguida se marchó Gagavitz; fue realmente terrible cuando lo vieron arrojarse al agua y convertirse en la serpiente emplumada.

Al instante se obscurecieron las aguas, luego se levantó un viento norte y se formó un remolino en el agua que acabó de agitar la superficie del lago.

Los poblados mencionados han de haber estado en la parte noroeste del lago, mientras que lo siguiente pudo haber sucedido cercano al actual Santiago Atitlán: Allí deseaban quedarse las siete tribus, querían ver la ruina del poder de los zutujiles. Cuando aquellos bajaron a la orilla del agua y se detuvieron allí, les dijeron a los descendientes de los Atziquinahay: Acaba de agitarse la superficie de nuestra laguna, nuestro mar ¡oh hermano nuestro! Que sea para ti la mitad del lago y para ti una parte de sus frutos, los patos, los cangrejos, los pescados, les dijeron. Y después de consultar entre sí, contestaron: Está bien, hermano. La mitad de la laguna es tuya, tuya será la mitad de los frutos, los patos, cangrejos y pescados, la mitad de las espadañas y las cañas verdes. Y así también juntará la gente todo lo que mate entre las espadañas.

Así respondió el Atziquinahay. De esta manera fue hecha la división del lago, según contaban nuestros abuelos. Y así fue también como nuestros hermanos y parientes se quedaron con los zutujiles.
Pero nosotros no aceptamos la invitación para quedarnos. Nuestros primeros padres y abuelos, Gagavitz y Zactecauh se fueron y pasaron adelante entre las tinieblas de la noche.

Cuando hicieron todo esto no había brillado la aurora todavía, según contaban, pero poco después les alumbró. Luego llegaron al lugar de Pulchich, de donde partieron en grupos. 

La Llorona

A quien no se le ha erizado la piel con el grito de esta misteriosa mujer. Ese personaje de leyenda, cuya presencia atemoriza no solamente a los niños, sino también a las persona mayores, es conocido en casi todo el mundo centroamericano. En nuestra tierra, la leyenda cuenta que una mujer de sociedad, joven y bella, caso con un hombre mayor, bueno, responsable y cariñoso, que la consentía como una niña, su único defecto... que no tenia fortuna.

Pero el sabiendo que su joven mujer le gustaba alternar en la sociedad y " escalar alturas ", trabajaba sin descanso para poder satisfacer las necesidades económicas de su esposa, la que sintiéndose consentida despilfarraba todo lo que le daba su marido y exigiéndole cada día mas, para poder estar a la altura de sus amigas, las que dedicaba tiempo a fiestas y constantes paseos.
Marisa López de Figueroa, tuvo varios hijos estos eran educados por la servidumbre mientras que la madre se dedicaba a cosas triviales. Así pasaron varios años, el matrimonio Figueroa López, tuvo cuatro hijos y una vida difícil, por la señora de la casa, que repulsaba el hogar y nunca se ocupo de los hijos. Pasaron los años y el marido enfermó gravemente, al poco tiempo murió, llevándose " la llave de la despensa ", la viuda se quedó sin un centavo, y al frente de sus hijos que le pedían que comer. Por un tiempo la señora de Figueroa comenzó a vender sus muebles. Sus alhajas con lo que la fue pasando.
Pocos eran los recursos que ya le quedaban, y al sentirse inútil para trabajar, y sin un centavo para mantener a sus hijos, lo pensó mucho, pero un día los reunió diciéndoles que los iba a llevar de paseo al río de los pirules. Los chamacos saltaban de alegría, ya que era la primera vez que su madre los levaba de paseo al campo. Los subió al carruaje y salió de su casa alas voladas, como si trajera gran pisa por llegar. Llegó al río, que entonces era caudaloso, los bajo del carro, que ella misma guiaba y fue aventando uno a uno a los pequeños, que con las manitas le hacían señas de que se estaban ahogando.

Pero ella, tendenciosa y fría , veía como se los iba llevando la corriente, haciendo gorgoritos el agua, hasta quedarse quieta. A sus hijos se los llevo la corriente, en ese momento ya estarían muertos . Como autómata se retiro de el lugar, tomo el carruaje, salió como "alma que lleva el diablo ", pero los remordimientos la hicieron regresar al lugar del crimen. Era inútil las criaturas habían pasado a mejor vida. Cuando se dio cuenta de lo que había hecho, se tiro ella también al río y pronto se pudieron ver cuatro cadáveres de niños y el de una mujer que flotaban en el río.

Dice la leyenda que a partir de esa fecha, a las doce de la noche, la señora Marisa venia de ultratumba a llorar su desgracia: salía del cementerio (en donde les dieron cristiana sepultura) y cruzaba la ciudad en un carruaje, dando alaridos y gritando ¡ Aaaaay mis hijos ¡ ¡ Donde estarán mis hijos ¡ y así hasta llegar al río de los pirules en donde desaparecía. Todas las personas que la veían pasar a medianoche por las calles se santiguaban con reverencia al escuchar sus gemidos y gritos. Juraban que con la luz de la luna veían su carruaje que conducía una dama de negro que con alaridos buscaba a sus hijos. 
 

Leyenda de la Tatuana

Apareció en la plaza del pueblo como quien planta un árbol y espera que de fruto al instante. Erguida hasta la arrogancia, saludable y en ademán de invitar a la cata del fruto prohibido. Dijeron que había llegado en barco sin que pudiera afirmarse que lo vieron arribar en playa o puerto alguno.
 
Corrían los tiempos de la Inquisición y su temible brazo castigador conseguía vadear las aguas del Atlántico sin perder nada de su lava destructora, cuando la mujer más hermosa a la que accediera mirada humana se presentó bajo el nombre de Tatuana.
 
Apenas transcurridos unos meses, y sin que tampoco nadie pudiera explicar de dónde salieran los dineros, montó casa. Y era casa de postín y mucha juerga por la que no hubo hombre maduro ni joven que no se dejara caer , cuando menos, alguna nochecita.
 
El tiempo pasaba y los adoquines se embriagaban noche y día de chillones atuendos coronados por generosos escotes.
 
Todos sabían y callaban, hasta que llegó el día en que la Tatuana celebraba fiesta de aniversario de la feliz inauguración de su casa cuando con mandado de la Inquisición vinieron a buscarla y a prenderla.
 
“Y de qué se me acusa” quiso saber. La respuesta sólo llegó tras varios días de encierro al conducirla ante el Tribunal . Se le acusaba de bruja por haber hechizado a todos los hombre s de la localidad, amén de muchos extranjeros de paso.
 
No tuvo defensa ni tortura pues la condena fue inmediata: moriría quemada viva.
 
La Tatuana, aún espléndidamente ataviada de fiesta en la víspera de su ajusticiamiento, miró desde lo más profundo de sus negros ojos a los de su carcelero y le rogó que le concediera un último deseo: un carbón para dibujar.
 

Por la mañana vinieron a buscarla para conducirla hasta la pira. En uno de los muros, con trazo firme y algo infantil, se veía navegando y alejándose un velero como el que decían que la había traído alas costas de América, el catre aún caliente y la celda vacía.